Por
Alberto Moreno
Atenco
Méx-. Con el propósito de dar a conocer a las nuevas generaciones de este
municipio sus raíces e historias, así como sus leyendas de la cultura de esta
localidad, personal de cultura de este gobierno dio a conocer que en los cursos
de verano 2015 que acaban de concluir se impartieron estos temas, mismos que
ayudarán a fortalecer la educación de la infancia asistente a estos talleres.
Se
explicó que una de las leyendas que gustaron a los niños fue la de Trinidad
Chapetillo, personaje que se dice existió en tiempos pasados en este municipio,
donde los habitantes de Atenco en esos años se encontraban extrañados,ya que
este hombre en temporada de invierno salía del conocido Parque Nacional
Recreativo los Ahuehuetes con un ayate en mano lleno de frutas y verduras fresca
e llegaba a casa mojado.
Añadieron
los historiadores que los habitantes de Atenco se preguntaban el cómo era
posible que Trinidad Chapetillo saliera con estos comestibles para consumirse
en próximos días, resaltando los nadadores que gente del pueblo, opto por
espiarlo el día que salió de su casa e ingreso al parque recreativo, pues la
sorpresa fue que observaron a esta persona colocarse las manos en la cintura y
desaparecer dentro del agua que brotaba de la tierra.
También
señalaron que pasaron muchas horas y al atardecer vieron con asombro como
Trinidad Chapetillo salía del ojo del agua mojado y en mano su ayate con
verdura fresca, rápido corrió el rumor entre los habitantes de lo sucedido, al
tiempo que buscaron a este personaje el que desapareció, toaron las campanas e
hicieron una reunión comunitaria y en la decidieron colocar una jícara pintada
de rojo en aquel ojo de agua.
Cuenta
la leyenda que esta jícara desapareció en aquel ojo de agua, misma que buscaron
en otros lugares en que brotaba el agua, ya que en ese tiempo agua abundaba y
jamás la encontraron, hasta que un día un habitante de Atenco que llego en una
peregrinación del municipio de Malinalco, encontró en un manantial a pie del
cerro aquella jícara pintada de rojo y la sorpresa fue el cómo esta jícara pudo
llegar tan lejos.
Al
llegar a su comunidad el pueblerino conto su descubrimiento a los habitantes
quienes a partir de ese entonces, el pueblo se enteró que hay ríos subterráneos
de agua dulce que llegan a las tierras fértiles de Maninalcó y que los hombres
viajan por los ríos subterráneos, así como esta leyenda se habló del parque de
los ahuehuetes, el águila del Tenochititlan, de San Isidro labrador, el amor de
Nezahualcóyotl entre otras historias.
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